Rememorando el tránsito de carretas y caballerizas por caminos que se dirigían a antiguas aceñas o molinos hidráulicos, a lurias para salvar el caudaloso cauce de los ríos, o simplemente el ir y venir de gente de unos territorios a otros, se ha concebido una ruta que elige un camino aún en la memoria de muchos hinojaliegos, que no es otro que el camino de los Rodetes.
Tomamos la salida del recorrido en la iglesia, enlazándo con el camino de los Rodetes junto al cementerio municipal, para dirigirnos entre encinares adehesados a los riberos próximos al Tajo, concretamente de un arroyo subsidiario, el arroyo del Fresno. Sin embargo, la casi total pérdida de estas vías históricas hace que, opcionalmente, nos adentremos en la Dehesa Boyal, conocida desde muy antiguo como Cumbres Gordas, convirtiéndose así el encinar en el principal exponente de la ruta.
Además, el itinerario nos permite llegar a la historia más recóndita de Hinojal, pues es obligado detenerse en la que se conoce como Piedraescrita, sita en la Huerta de la Laguna, o en los Hornos Tejeros. Como guinda atravesaremos los restos de un yacimiento arqueológico, Los Castillejos, poblamiento indígena que tal vez sea el predecesor de Hinojal. Por último, la ruta nos permitirá callejear por el pueblo en busca de muestras de arquitectura popular, en franca desaparición, para acabar en la ruinosa ermita de San Juan, cuya espadaña amenaza con desplomarse sin remedio a la plaza que preside y lleva su nombre.